Rutinas, tipos y ventajas de las cintas de correr

Correr en cinta y sus beneficios

Las cintas de correr son todo un mundo. Encontramos muchos tipos y rutinas que harán tus entrenamientos mucho más variados que si te limitases a salir a correr, sin olvidar las ventajas de las cintas de correr plegables, que prácticamente no ocuparán ningún espacio en casa. Cada vez son más los adeptos al running que apuestan por las cintas de correr, así que vamos a descubrir sus ventajas, los tipos de cintas de correr y las mejores rutinas para que sepas cómo beneficiarte de entrenar en la cinta de correr durante tu entrenamiento.

Ventajas de las cintas de correr

Sin lugar a dudas, la gran ventaja de las cintas de correr es que nos ahorramos todos los obstáculos que hay en la calle, desde perros sueltos o pasos de cebra que nos cortan el ritmo hasta la gente que hay que esquivar, sin olvidar las inclemencias meteorológicas (viento, lluvia, frío, calor...). No tienes que preocuparte por si pisarás un socavón o cualquier otro obstáculo, convirtiéndose en el instrumento ideal para mejorar la técnica de carrera, especialmente en cuestiones como el braceo, algo que podremos exportar a nuestra carrera al aire libre.

Otro aspecto interesante es la quema de grasas. El ejercicio cardiovascular es imprescindible para adelgazar, y una cinta de correr nos ayudará. Son fáciles de utilizar, cómodas, puedes seguir fácilmente tu evolución día a día, te informará con total precisión de la distancia recorrida, velocidad, etc., y te permite hacer otras cosas mientras corres. No hablamos de correr mientras oyes música o tu podcast preferido: puedes correr mientras ves la televisión, o incluso mientras lees.

Tipos de cintas de correr

Tenemos varios tipos de cintas de correr, y según el tipo de ejercicio que hagas será preferible que te decantes por una u otra. Las más básicas son las cintas para andar sin motor, que avanzan por el contacto del pie con la cinta. Para facilitar el movimiento están inclinadas, y son más ligeras que las cintas para andar con motor incorporado. Estas nos permiten fijar una velocidad que siempre es constante -la velocidad mínima suele ser de 1 km/h-, pero la gran ventaja es que nos permiten andar en llano.



Finalmente están las cintas de correr propiamente dichas, que llegan hasta los 22 km/h. Son similares a las de andar con motor, aunque en las cintas de correr el motor es más potente, de ahí que podamos alcanzar mayores velocidades. Según el tipo de cinta para correr, en pantalla podremos ver la velocidad que llevamos, el tiempo, el entrenamiento, la inclinación -puedes correr en llano o en pendiente-, las calorías que hemos quemado, la rutina y, en algunos modelos, incluso la frecuencia cardíaca.

Entrenar en una cinta de correr

Trucos y rutinas para correr en cinta

Una de las grandes ventajas de la cinta es la facilidad que ofrecen para el entrenamiento a intervalos. Se trata de una rutina en la que cada cierto tiempo vamos aumentando o subiendo la velocidad de la cinta, de forma que algunos intervalos son realmente exigentes mientras que otros nos permiten recuperar el aire hasta el próximo intervalo. Otra versión son los sprints: 30 segundos a máxima velocidad y 20 o 30 segundos de descanso total, en un lateral fijo de la cinta. Esta última rutina también se puede hacer con la cinta inclinada, aumentando la dificultad, corriendo 1 minuto y recuperando otros 60 o 90 segundos.

Muchas veces nos centramos en el número de kilómetros recorridos, pero cantidad no es sinónimo de calidad, una calidad que se refleja en la intensidad: a más intensidad, más aprovecharemos el entrenamiento. La mayoría de cintas de correr vienen con rutinas incorporadas, que también nos pueden valer a la hora de completar nuestros entrenamientos. Es importante alternar diferentes rutinas para no caer en la monotonía, así que añade cambios o variantes a las sesiones de cinta.