Las mochilas de running son un elemento usual sobre todo en corredores de trail running. La función de este equipamiento para correr es sencilla: llevar suplementos indispensables para realizar tiradas medias y largas con el objetivo de evitar contratiempos durante la actividad física. En el interior de estas mochilas deportivas se deben transportar geles, alimentos, agua, cortavientos, móvil...
El uso de las mochilas de running no solo tiene consigo la ventaja de estar provisto ante cualquier situación que se pueda dar durante la actividad, sino que además tiene otra serie de beneficios.
Correr con mochila va a fomentar el desarrollo de la resistencia y va ayudarte a fortalecer el tronco inferior. Al realizar una actividad física con mayor peso, el organismo debe realizar un esfuerzo mayor para conseguir sus objetivos. En el caso utilizar una mochila deportiva el cuerpo se irá habituando mejorando así su energía y resistencia, y la musculatura de su piernas.
Pero practicar el running con mochila también tiene riesgo como las sobrecargas o el desviamiento la zona del tronco. Por eso debes tener en cuenta una serie de consejos para correr con mochila deportiva.
Recomendaciones para usar mochilas de running
Las mochilas deportivas son muy útiles para salir a correr. Descubre las recomendaciones para usar mochillas de running y disfruta de sus beneficios.
Elige la mochila adecuada
Es el primer paso. La mochila de running que gastes debe ser ligera, cómoda, no muy grande y ha de garantizar la correcta ventilación de la zona de la espalda. En caso contrario, supondrá graves inconvenientes. Sobre todo cuando las condiciones climatológicas supongan calor y humedad.
Una recomendación sería buscar mochilas deportivas con algún tipo de bolsillo delantero para evitar las sobrecargas de la espalda, y tratar de equilibrar el peso.
Controla el peso
Comprueba que la mochila no tenga un peso excesivo. Llevar peso cargado provoca que emplees más energía y aparezca antes el cansancio.
Trata siempre de llevar elementos básicos y de poco peso en la mochila. Los geles, bebidas, cortavientos, elementos reflectantes y el móvil no deben faltar.
Prevén las rozaduras
El hecho de llevar una carga extra durante tus entrenamientos de running supone que el cuerpo esté expuesto a mayores factores de riesgo.
En el caso de las mochilas de running, un inconveniente son la aparición de rozaduras y ampollas debido al peso en los pies y en las zonas de carga de este equipamiento.
Para evitarlo, antes de iniciar tus salidas, has de aplicar vaselina en la zona de los pies; así como en aquellas zonas que estén en contacto con la mochila (hombros, axilas, cuello...).
Entrena el core
El uso de las mochilas de running hacen que la zona lumbar de las espalda y los abdominales estén trabajando continuamente durante tus salidas. Como consecuencia, el tronco tiende -involuntariamente-, a tirarse hacia delante por la carga que lleva sobre sí.
Para evitar esta inclinación que supone un aumento del riesgo en las lesiones en el running, has de entrenar estas zonas durante la semana. El trabajo de abdominales y de espalda 2-3 días a la semana ayudará a mejorar tus resultados.
¿Qué piensas de las mochilas deportivas? ¿Vas a utilizar una? Si es la primera vez que gasta una mochila de running puedes comenzar por ponértela en la parte delantera del cuerpo. De este modo evitas lesiones de espalda mientras trabajas tu core y abdomen.
