¿Cómo funciona la hidroterapia?

Los chorros en la hidroterapia



La hidroterapia es una actividad física en la que se utiliza el agua de forma terapéutica, bien por su efecto térmico o por sus propiedades mecánicas. De este modo, se contrarresta el efecto perjudicial ejercido por la gravedad, que se impone en la mayoría de los deportes practicados de forma habitual en el suelo, siendo ésta la principal ventaja obtenida en el medio acuático, marcando la gran diferencia con respecto al resto de actividades deportivas.

La hidroterapia permite realizar ejercicios en personas limitadas físicamente, desde las dolencias que afectan a la columna vertebral, hasta enfermedades más focalizadas. Con esta técnica de wellnes se obtiene una sensación de bienestar y placer que aporta el agua, la relajación obtenida, la música que puede acompañarles y, la integración y relación social. Esto crea un clima óptimo que junto con los fármacos y psicoterapia necesaria en cada caso, logra que se mejore el estado de salud del paciente.

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¿Cómo funciona la hidroterapia?

La hidroterapia es un sistema terapéutico, basado en la curación con aplicaciones de agua, que transmiten estímulos térmicos. De esta manera, es posible desarrollar algunos tratamientos que sean realizables por el propio paciente.

Los estímulos térmicos generan respuestas en nuestro organismo, que pueden resultar beneficiosas en la prevención y sanación de diversas dolencias. La hidroterapia reúne a su vez, una nutrida diversidad de técnicas, como el uso de fangos, arcillas o las aguas mineromedicinales de los balnearios. También son aprovechables sus efectos puramente físicos. Este tratamiento similar al de la hidrocinesiterapia, se aplica en forma local o general, dependiendo de la patología particular del paciente. La medicina naturista ha hecho uso de esta práctica desde tiempos remotos, existiendo manifestaciones de ella en los legados de casi todas las culturas del mundo. Es probado que los elementos de la naturaleza, como el sol, el aire libre, la tierra y el agua poseen un efecto revitalizante sobre nuestro organismo. En tal sentido, los efectos de la hidroterapia serán intensos, debiéndose aplicar de forma cuidadosa.

Beneficios de la hidroterapia

Características de la hidroterapia

El agua nos provee de diferentes beneficios. Desde el momento en que nos sumergimos en ella, sentimos una sensación de placer que actúa sobre los puntos de tensión muscular, ejerciendo a su vez, efectos tonificantes.

Esta tonificación muscular es útil para tratar afecciones relacionadas a la columna vertebral, como la escoliosis, hipercifosis o las hernias discales. La hidroterapia actúa sobre el sistema inmunológico, aumentando nuestro nivel de defensas frente a diversos virus e infecciones. También es útil para combatir malestares en concreto, como los pies fríos, las várices o las hemorroides, entre otros.

Las aplicaciones de agua tienen funciones analgésicas que actúan aliviando el dolor producido por la artrosis, la artritis, las lumbalgias y las cefaleas. Asimismo, es posible tratar problemas de la piel, como pueden ser la psoriasis o la dermatitis. Muchas técnicas de hidroterapia pueden aplicarse caseramente por el propio paciente. Algunas técnicas más sofisticadas se aplican en spas o balnearios.

Beneficios de la hidroterapia de colon

La hidroterapia de colon suele traer varios beneficios para las personas que reciben el tratamiento. El más destacable es su función desintoxicante. Desde su primera sesión el paciente irá eliminando toxinas y residuos intestinales que recorren el organismo. Estas toxinas, una vez que son extraídas del colón, se “reenvían” al hígado, riñones, pulmones, páncreas, estómago y la piel, logrando una distribución armoniosa.

De esta manera, se recupera el equilibrio orgánico que se pierde cuando las toxinas permanecen acumuladas en el colón, perjudicando nuestras funciones. Esta técnica, actúa también, aliviando algunas dolencias cotidianos pero molestos, como el dolor de cabeza, las alergias, la rinitis y las complicaciones asmáticas. Los beneficios internos de la hidroterapia de colon pueden ser apreciables en la piel, no sólo en un aspecto estético, sino incluso en el tratamiento contra la psoriasis, el acné o el eccema. Las personas que padecen de obesidad, podrán encontrarlo beneficioso para la reducción del volumen de sus piernas.

Beneficios de la hidroterapia en embarazadas

Recomendaciones de la hidroterapia para embarazadas

El agua es una fuente de limpieza y salud, que puede traer múltiples beneficios para las mujeres durante el embarazo. Es útil como terapia preventiva de dolores musculares, sobre todo a nivel de la columna, que se ve afectada por los constantes cambios físicos que produce el embarazo.

También, previene el dolor de las articulaciones, dotándolas de mayor flexibilidad. La hidroterapia sirve para reforzar el tono muscular, la resistencia y la coordinación, así como la musculatura pélvica. Los síntomas de fatiga, tención y edemas que se producen en los miembros inferiores, son igualmente combatidos por este tratamiento. El agua posee componentes que estimulan la producción de endorfinas, generando una sensación de bienestar general. La terapia contribuirá, significativamente, en mejorar el estado de ánimo de la mujer, que durante el embarazo se encuentra sujeta a diferentes niveles de tensión y ansiedad. No debemos olvidar que el agua ayuda a aumentar la capacidad respiratoria de la madre, lo cual le brindará una mayor oxigenación al bebé.

Normas básicas de la hidroterapia

La hidroterapia es un tratamiento completamente natural, capaz de ejercer intensos efectos sobre nuestro organismo. Estos efectos pueden resultarnos sorprendentemente beneficios, sino olvidamos algunas indicaciones básicas.

Debemos tener en cuenta que no se pueden practicar aplicaciones de agua fría, sin un calentamiento corporal previo. Luego de la aplicación, es importante abrigarse y hacer ejercicios a ser posible. En el caso de que las aplicaciones se realicen con agua caliente, siempre se debe utilizar un poco agua fría al final de la sesión. El agua fría, aplicada por corto tiempo, reforzará los efectos curativos ejercidos por el agua caliente. La hidroterapia no debe realizarse ni antes ni después de las comidas bajo ninguna excepción. También debe evitarse el consumo de alcohol, tabaco o café durante las horas cercanas a la terapia. Es posible que algunos pacientes no se adapten orgánicamente al tratamiento. Algunos síntomas de ello son las palpitaciones, mareos o frío prolongado. En  cualquiera de esos casos, la aplicación deberá suspenderse.

Tratamientos de hidroterapia

Existen diversas formas de aplicar los beneficios curativos de la hidroterapia a los pacientes. La más común, posiblemente, sean los baños. Estos baños pueden ser parciales o totales.

Su nivel de temperatura es variable, ajustándose a la función que se le quiera dar. Dentro de los baños, destacan algunas técnicas, como los baños simples que se aplican en una bañera o tanque, teniendo como objetivo la relajación muscular. Tenemos también, los baños parciales que son ejercidos sobre una parte específica del cuerpo y los baños de contraste, que se realizan variando la temperatura del agua, cada cierto rato. En los baños galvánicos, una técnica un poco más compleja, se aplica el agua mezclada con electricidad, para lo cual se requerirá la asistencia de un especialista. Además de los baños, la hidroterapia se pude realizar mediante duchas. El objetivo de este método es concentrar la acción del agua sobre una zona determinada, combinando la presión y la temperatura.

Complementos de la hidroterapia

Las diversas técnicas de la hidroterapia, pueden ser complementadas con algunas aplicaciones, como los aditivos. Usualmente, son utilizados dentro de las terapias de baño en forma aceites, esencias y extractos de plantas o sales, aunque también podemos encontrar incluso otras técnicas como la termoterapia. Su absorción se realiza por la piel y las vías respiratorias.

Otro sistema complementario son los lavados. La temperatura del agua puede ser escogida según la voluntad del paciente. Se recomienda efectuar durante las mañanas, pudiendo ser parciales o totales. En el caso de las compresas, nos referimos a un sistema que es una variante de las envolturas corporales. Posee propiedades térmicas. Pueden ser frías, para el tratamiento de luxaciones y  contusiones, o calientes para procesos inflamatorios crónicos. Algunos fisioterapeutas utilizan hierbas en las compresas, para potenciar los efectos curativos. Finalmente, tenemos las abluciones, que consisten en derramar el agua de manera directa sobre el cuerpo del paciente.

Las envolturas en la hidroterapia

El sistema de envolturas terapéuticas ha sido utilizado en diversas técnicas de sanación, incluso en algunas prácticas relacionadas con el yoga. En la hidroterapia el paciente es cubierto con uno o varios tejidos, que pueden ser de lino o de lana.  Las envolturas pueden estar secas o húmedas, mas no mojadas.

Esta terapia es conveniente realizarla por las mañanas. Una vez terminada, el paciente deberá ser secado y abrigado en la cama por espacio de una hora, a fin de mantener el calor en el cuerpo. Las envolturas pueden humedecerse con agua fría y caliente, según el caso. Las de agua fría disminuyen la temperatura corporal, estando aconsejadas para combatir la fiebre, los hematomas y esguinces. Las envolturas húmedas calientes tienen un tiempo de aplicación, que puede ir de los 30 a los 35 minutos. Estas envolturas, usualmente, se mezclan con sustancias químicas que maximizan sus efectos terapéuticos. Se recomiendan para tratamientos de reumatismo y rigidez articular. Los llamados emplastos son envolturas similares a las anteriores, combinadas con barro, resina o fango.

Hidroterapia a chorros

De las múltiples variantes que posee la hidroterapia, el tratamiento a chorros es uno de los más interesantes y específicos. Esta técnica, se caracteriza en que el agua es expulsada por un solo orifico, a diferencia de las duchas.

Los chorros como método terapéutico, se pueden aplicar de tres maneras distintas. En el caso de los chorros sin presión, el agua debe caer sobre el cuerpo sin ejercer ninguna clase de fuerza contra él. La sesión no cuenta con un estimado de tiempo promedio, ajustándose a los requerimientos y sensaciones del paciente. Generalmente, estos chorros tienden a elevar poco a poco la temperatura, debiendo interrumpirse si el paciente empieza a transpirar. En los chorros a presión, su aplicación debe realizarse a una distancia de tres o cuatro metros del paciente. El agua se aplica de forma circular o en zig – zag sobre la espalda del paciente. Su duración está comprendida entre los 3 y los 5 minutos, teniendo como fin, el alivio de las contracturas musculares. Otro método es el chorro subacuático, que se realiza dentro de una piscina acondicionada para su práctica.

Las duchas de la hidroterapia

Existen diversos tipos de tratamientos con duchas utilizados por la hidroterapia. La conocida como la ducha lluviosa, consiste en la aplicación polifragmentada del agua sobre el paciente.

Los orificios de salida deben ser de 1 mm de diámetro, aproximadamente. El agua debe ir primero sobre los pies, ascendiendo lentamente por el pecho hasta los hombros, para luego bajar por la espalda. El agua a utilizar puede ser tibia o ligeramente caliente. La sesión dura cinco minutos, teniendo como objetivo la sedación y relajación. En la ducha babosa la salida de presión del agua es casi nula, cayendo uniformemente, sobre la zona que el paciente desea tratar. El tiempo por sesión puede ir de los 10 a los 15 minutos. La ducha filiforme se caracteriza por contar con una abundante presión de agua. Presenta unos orificios de salida de 0.5 mm de diámetro, aplicándose durante cinco minutos. Tiene como función disminuir las contracturas musculares y relajar los puntos de tensión.

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