Esta es la motivación que necesitas para volver a ejercitarte después de una lesión

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Si has estado enfermo o has sufrido una lesión que te ha dejado en reposo durante un tiempo significativo y te ha impedido hacer deporte, muchas veces podemos perder la motivación para volver a retomar el ejercicio. Cuando nuestro plan de entrenamiento se ve interrumpido por cualquier factor podemos sentir cierta impotencia por no haber cumplido el objetivo en los plazos previstos.

A continuación vamos a analizar los puntos clave a tener en cuenta para hacer deporte después de una lesión y algunos trucos que te ayudarán a motivarte para hacer ejercicio tras un tiempo de inactividad sin tener presente el fantasma de la recaída constantemente.

¿Qué hacer para volver a hacer ejercicio después de un tiempo lesionado?

Si quieres volver a entrenar después de una lesión, es esencial que tengas en cuenta una serie de consideraciones, como las que te indicamos a continuación:

  • El doctor decide si estás preparado. ¿Estás listo para volver? Puedes pensar que sí, pero es importante que tu doctor lo confirme. Si has trabajado en tu recuperación con un fisioterapeuta u otro profesional de la medicina deportiva, pregúntale a él también, ya que te habrá enseñado movimientos específicos para fortalecer y estirar el área lesionada. No debes volver a entrenar hasta que el dolor o hinchazón haya mejorado bastante. Ponerte en riesgo solo puede generar otra lesión aún mayor y que debas estar en reposo todavía más tiempo.
  • Aprende de tu lesión. Una vez que tu doctor y terapeuta te han dejado claro por qué y cómo se produjo la lesión, debes ser capaz de no volver a repetir esa acción la próxima vez. ¿Llevaste tu cuerpo por encima del límite? ¿Llevabas la protección adecuada? ¿Tomaste el suficiente descanso? Quizá, en tu caso, puedes no haber hecho nada mal, pero a veces sí hay una lección que aprender. Aprender de nuestra lesión nos hará entender por qué ha sucedido y nos hará más conscientes de nuestras capacidades y limitaciones.
  • Prepárate mentalmente. Una vez recuperado, es el momento de centrarnos en ser positivos. La mayoría de las lesiones deportivas son temporales, por lo que debes recordarte a ti mismo durante la recuperación que volverás a estar apto para hacer ejercicio. Es muy importante mantener el ánimo y las ganas de volver a entrenar mientras estamos lesionados para que así la vuelta al ejercicio sea mucho más fácil. La motivación comienza desde el momento que nos lesionamos.

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Lebedev Roman Olegovich || Shutterstock

3 consejos útiles para volver a entrenar después de una lesión

¿Vas a volver a hacer ejercicio después de un tiempo lesionado? Entonces te interesará conocer los consejos que te proponemos para que puedas volver a ejercitarte después de una lesión de forma segura y sin recaídas tempranas:

  1. Comienza lentamente. Quizá tu entrenamiento consistía en correr 5 kilómetros diarios o eras la estrella de tu equipo y jugabas el partido completo, pero debes ser paciente durante los primeros días para alcanzar poco a poco la intensidad que tenías en el pasado. La paciencia es muy importante para evitar volver a lesionarnos. Una buena guía sería empezar al 50% de tu nivel normal e incrementarlo entre un 10% y 15% cada semana si notamos que progresamos y no sentimos molestias. Por ejemplo, si solías correr 5 kilómetros, empieza por hacer 2,5 kilómetros y ve aumentando la distancia según te vayas encontrando mejor cada semana.
  2. Diversifica el ejercicio. El cross-training, un entrenamiento basado en una serie de ejercicios que trabaja diferentes partes del cuerpo, es ideal para mantenernos en forma mientras la parte del cuerpo que está lesionada se recupera. Ese entrenamiento también te ayuda a evitar una nueva lesión. Si, por ejemplo, te lesionaste la rodilla con la bicicleta, considera añadir una actividad de poco impacto en esa zona como puede ser la natación. Si te dañaste la muñeca jugando al tenis puedes volver al ejercicio practicando senderismo u otra actividad que no requiera esfuerzo de esa articulación.
  3. Escucha a tu cuerpo. Una pequeña molestia se puede soportar, pero una gran molestia no. Si sientes un pequeño dolor mientras haces ejercicio, aguantar y seguir adelante puede ayudarte a superarlo, pero si resulta un dolor intenso, debes parar inmediatamente. Si el dolor es tan grande que dura más de una hora tras finalizar el ejercicio, debes saber que has ido demasiado lejos. En este caso, deberás descansar entre 1 y 3 días antes de volver a intentarlo. Cuando vuelvas, asegúrate de hacerlo a un nivel de intensidad más bajo para no volver a sentir molestias.
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Sobre el autor

Jose María Tovar

Graduado en Psicología por la Universidad de Murcia. Soy un apasionado del deporte y desde hace más de 10 años aprovecho mi tiempo libre para redactar artículos sobre diversas temáticas, especialmente sobre deporte y vida saludable.


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