Existen muchas formas de reducir peso y mejorar la apariencia física con mayores o menores sacrificios. Seguir una dieta rigurosa es una de las alternativas tomadas para lograrlo, sin embargo dejar de comer no siempre significa reducir tallas, lo mejor es seguir un régimen de alimentación controlado, sin excesos o carencias.
El famoso efecto rebote ocurre cuando determinados nutrientes son excluidos de nuestra alimentación diaria. Quizá por algunas horas podamos resistir la tentación de comer, pero conforme tengamos más necesidad buscaremos aquellos bocados “prohibidos”.
Una dieta equilibrada nunca mata de hambre a quien la sigue, por el contrario de nada sirve privarse de los alimentos al extremo, si semejante sacrificio se volverá en nuestra contra. Esos kilitos de más que habíamos adelgazado regresan o incluso se multiplica.
Las personas que desean mantener un peso saludable, solo necesitan hacer ciertos cambios en sus hábitos alimenticios siguiente la pirámide de alimentación. En realidad no se trata de una dieta, es solo una forma inteligente de comer.
Sin duda la actividad física también te ayudará a mantenerte en forma. Sucede que el desgaste energético es menor a la cantidad de calorías ingeridas. Por lo tanto es inevitable el incremento en el peso. Lo recomendable es realizar 1 hora de ejercicios diario y cuidar así nuestra salud.
