Este síndrome se da por la práctica excesiva de ejercicio físico, acompañada de problemas de alimentación, falta de descanso, estrés, y problemas emocionales, entre otros factores. Sus síntomas son insomnio, fatiga, pérdida de apetito y bajo rendimiento físico. Para evitarlo, es recomendable alimentarse bien, respetar los tiempos de descanso y relajación, y mantenerse bien hidratado.
