El selenio es un mineral necesario para el ser humano, que de manera natural se encuentra en una gran variedad alimentos, en mayores o menores cantidades.
Podemos notar presencia de selenio en los cereales y sus derivados, como la harina de trigo integral, las pastas, el arroz blanco, la avena, la mermelada, el azúcar, la tapioca y el pan de molde blanco.
El selenio también se encuentra generosamente en las verduras y hortalizas, tales como la cebolla, la calabaza, la col, la zanahoria, la lechuga, los nabos, el pimiento o la remolacha; y en frutas como el mango, el plátano, la piña, la pera, el melón, la manzana y la uva.
Entre los productos lácteos ricos en selenio, podemos encontrar la leche descremada, la leche de vaca entera, la nata y el requesón. Asimismo, las carnes presentan concentraciones altas de selenio. Algunas de esas carnes son la de cordero, la de cerdo, el salchichón, el pollo deshuesado y las costillas.
